Cabezeamos al campeón

Si si, hubo euforía anoche en el Carminatti, porque Olimpo superó por 3-2 a Lanús, el último campeón del fútbol argentino, y lo hizo con justicia, no jugando del todo bien pero con mucho corazón.

Es que al comenzar el partido Lanús atacó constantemente, y a los 3 minutos de empezado el encuentro el jugador "Granate" Leandro Benítez disparó un fuerte tiro desde afuera del área que estalló en el travesaño. La visita jugaba bien, y a los 27 minutos de la primera etapa llegó su gol. Lo marcó el juvenil Diego González, de cabeza en un tiro de esquina.

Olimpo reaccionó inmediatamente pero no fue muy claro, sin embargo fabricó una excelente jugada entre Tavio y Ulloa, que tras una buena pared, el lateral remató al arco y despejó Bossio.

En el complemento, Olimpo salió a buscar el empate, y en su primera situación, a los 3 minutos, tras un centro de Tavio, Ulloa marcó de cabeza. Era el empate 1-1.

Sin embargo, Lanús reaccionó y quiso demostrar por que es el campeón. Y, a los 9 minutos, tras un centro al área de Valeri, Diego González nuevamente convirtió de cabeza. Era el 1-2 y el partido se transformó de ida y vuelta, muy interesante, y con esperanzas para Olimpo.

A los 19, Diego Barrado escapó por derecha, metió el centro y sólo Pinto, de cabeza, selló el 2-2. Olimpo siguió buscando porque se daba cuenta que había distracciones en la última línea "granate". Más tarde, Mauro Olivi trepó por la izquierda, Bossio salió tarde a taparlo y el delantero mandó el centro. Ulloa sólo la tuvo que empujar para desatar la alegría bahiense. Barrado fue fundamental en la levantada del local y con Ulloa fueron las puntos altos de un equipo que mantiene encendida la ilusión de permanecer, al menos, una temporada más en primera división.

Lo cierto es que derrotamos al campeón, con algo de fútbol, pero mucho corazón y factor "H". Olimpo jugó bien y demostró buena actitud, y además dejó en claro que va a luchar hasta el final para permanecer en Primera División. El próximo partido será en Victoria, ante Tigre.